¿Quién soy?

Cuando me preguntaron por mi nombre,

no pude darles una respuesta.

En ese preciso momento me di cuenta de que solo mis recuerdos

podían conectarme con mi pasado, presente e incluso con mi futuro.

Los recuerdos perdidos han borrado mi ser pasado.

Los recuerdos recuperados han borrado mi ser presente.

Los recuerdos que crearé borrarán mi ser futuro.

Aun así, en los restos de los recuerdos dispersos de mi mente, atisbé un destello de mi memoria.

Año kabuanio 286

En un soleado día de primavera, me subí a un podio.

Percibí entonces un gran número de asombradas

y jóvenes miradas que se congregaban a mi alrededor.

Entonces… el cielo se volvió negro como el carbón

y se alzaron vientos cenicientos que dieron lugar a gritos desgarradores.

Los ojos de toda forma de vida del mundo se tiñeron rojo, pero los míos resistieron a esa maldición y volvieron a ser prístinos como la luz.

Me sentí entonces bendecido por una juventud que parecía eterna.

En un caluroso día de verano en el que se agradecía el pasar de la brisa,

las flores en el reino de Edana florecían todavía con esplendor.

Mientras que mi cuerpo, en condiciones de liderar a toda una civilización,

era aún joven y formidable,

mi mente empezó a deteriorarse paulatinamente.

Entonces, el ser de ojos rojos en mi mente se despidió de mí,

y mi cuerpo aceptó la muerte lentamente.

Después de un periodo de tiempo indeterminado,

me recluí en la Torre de marfil para estudiar sin descanso.

«Cuarenta y nueve soles caerán de los cielos,

y él volverá para completar su destino final.»

De repente, por mi izquierda, un espejo de bronce me reflejó su luz,

y entonces percibí el sonido de una respiración acelerada

y los latidos de un corazón salvaje, como si se trataran de los de un caballo sorprendido por un oso.

Año kabuanio 237

En un día de otoño en el que se escuchaba el crujir de las hojas al ser pisadas,

seguía todavía con vida.

Pero pronto, no tendría otra opción que prometer al mundo que volvería en un futuro.

Y así, el tiempo siguió impasible hacia delante.

Año elionista 286

En un lugar cubierto por el eterno invierno,

seguía todavía con vida y continuaría estándolo.

El pasado no es la causa del futuro y el futuro no es el resultado del pasado.

Solo yo puedo decidir mi destino y escribir mi final.

Mi luz perforará hasta la oscuridad más perpetua.

Ahora ya puedo contestar a la pregunta del mundo:

«Mi nombre es Rux Maha Dehkia, y…»